Viajando a ciegas a Hanoi, Vietnam.

Entre la China maoísta, la guerra de Vietnam, la política comunista, el turismo que se infiltra sigilosamente y un pueblo que lo ha sufrido todo, se levanta Hanoi, la nueva capital de Vietnam.

Hanoi para mi es un pueblo, y no por su tamaño porque es grandecita si no más bien porque más que una capital parece un pueblo que ha crecido demasiado. Bueno no hay que olvidar que es la antigua capital de Vietnam del Norte, Ho Chi Minh City(ex Saigón, capital de Vietnam del Sur) si parece una capital en toda regla.

Yo aterricé aquí casi de rebote, no tenía planificado visitar Vietnam (realmente tenía pensado visitar Hungría…que no está precisamente al lado), pensaba viajar a Tailandia y Camboya pero por misterios de la vida cambié este último por Vietnam y con 2 semanas de antelación compré mi Bangkok – Hanoi con Vietjet Air (me encanta viajar con compañías que nunca antes había oído).

En un abrir y cerrar de ojos pasé de estar en mi casa en Palma de Mallorca a estar en el aeropuerto de Bangkok facturando para Hanoi. Mientras que volaba hacia dicha ciudad me estaba dando cuenta que no tenía ni la más mínima idea de como funcionaba Vietnam: como me tengo que mover, costumbres, saludos, timos y estafas…yo sabía que iba a Vietnam y nada más. Aquí me di cuenta lo muchísimo que conozco Tailandia, que ya me muevo como si fuera mi casa de toda la vida, y ahora en Vietnam me sentía como en pañales.

Para mí gran incultura tengo que decir que tampoco sabía que era un país comunista, vaya sorpresa me di cuando empecé a ver por todos lados el símbolo comunista que en tantas películas de la segunda guerra mundial había visto. Lo primero que hice fue preguntarme si la Unión Soviética había vuelto!

Al llegar a Hanoi y conseguir instalarme en mi hostal, que estaba en un callejón con una pinta de mala muerte tremendo, me fui a pasear para tener mis primeras impresiones. La ubicación de mi hostal era inmejorable, el callejón de mala muerte daba al lago central Hoan Kiem en pleno centro antiguo, con sus palacetes en medio del agua y muy buen ambiente alrededor de él. Lo primerísimo que me fijé y me di cuenta enseguida es los pocos turistas que hay! Un regalo caído del cielo, yo caminaba y caminaba y sólo veía vietnamitas, parejas, grupos de jóvenes, ancianos, de todo pero siempre vietnamitas, poquísimos turistas. Todo lo contrario a Tailandia que está saturada.

El lago central era precioso, le di como 20 vueltas mínimo observando y fotografiando a la gente(era mi primer viaje con mi nueva cámara, mi flamante Canon 5D Mark II, feliz como un niño), así como el tráfico caótico y loco. Me metí caminando por las calles hacia las famosas manzanas de bares de bia hoi. Hanoi es conocida también por ser muy cervecera(siempre acierto eligiendo los lugares jeje) en el barrio antiguo, las callejuelas están repletos de bares que ponen en la calle las mesitas, taburetes y empieza la fiesta de la cervezas!

Como buen país comunista, a las 00:00 en punto está la polícia cerrando todos los bares, terminantemente prohibido permanecer abierto. Me encontré en plena noche desierta, con un par de motos y coches circulando únicamente. No sabía si todo va bien o si en cualquier momento una tropa de la URSS me arrestaría.

Hecha la regla hecha la trampa, descubrí una serie de bares ilegales que mantenían abiertos. Cerraban la reja por fuera completamente, y dentro los camareros andaban con walkies y pinganillos, uno de ellos estaba fuera vigilando y cuando pasaba la policía apagan la música y evitaban hacer ruido. Sinceramente, no sabía en que película me había metido jaja.

Bueno una vez sobrevivida la noche ilegal en el país comunista, empecé a ver Hanoi de día, aunque de primeras lo único que vi fueron motos. Madremia, creo que es la ciudad del mundo con más motos! Es espectacular el ejército de motocicletas que circulan sin descanso por todas las calles del centro antiguo, intentando compaginar el espacio con las vendedoras ambulantes en bicicleta, que vendían de todo, aunque sobretodo comida.

Pero es divertido recorrer ese laberinto de callejuelas llenas de locales y tiendas, creo que es lo que más he hecho en esta ciudad, caminar y caminar todas las callecitas curioseando a ver que encontraba! Eso sí era un poco agobiante que todos los vietnamitas en moto te ofrecían hacer de guía turístico, cada 5 min era rechazar una oferta o directamente ignorarlos.

Aquí descubrí que la cultura de los masajes no es únicamente de Tailandia, en Hanoi vi decenas de locales de masajes calcados al país del Reino de Siam. De hecho, eran más baratos y todo.

También descubrí que los vietnamitas son gente más abierta y más liberal, menos conservadora a diferencia de otros países de este rincón del mundo.

Ah, y el dinero es un cachondeo, la equivalencia es abismal y parece que eres millonario siendo pobre!

El Mausoleo de Ho Chi Minh da miedo. Aquí descansan los restos del antiguo líder Vietnamita, en un imponente edificio de color gris rodeado de un gran espacio de zonas verdes. A mi personalmente me daba la sensación de estar en el régimen de Corea del Norte, ya que tiene totalmente su estilo! Aquí se nota la cercanía e influencia de las políticas comunistas de China y Corea del Norte junto con Vietnam del norte.

Así como llegué de imprevisto a Hanoi me fui también, descubrí que la capital de Vietnam no tiene tanto que ofrecer como aparenta, un lago central bonito, un par de monumentos de la historia y muchas callejuelas locas llenas de motos y cervezas! Una vez visto que en Hanoi ya no pintaba nada, seguí mi viaje hasta la isla de Cat Ba, en Halong Bay, donde disfruté como nunca de las actividades en la naturaleza como trekking, kayak o escalada.

En una próxima entrada os hablaré de esta fabulosa isla.